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Un repaso de superación, amistad y compañerismo, un alucinación íntimo que permita enfrentarse a los miedos de cada uno y idear sus objetivos y anhelos”
La realidad de una sociedad tan desvinculada y fragmentada por el individualismo imperante y la polarización creciente, nos convoca a los cristianos a encontrarnos en un “nosotros” que sea más fuerte que la suma de acciones individuales, pues mientras más crece el sentido de comunidad y de comunión como estilo de vida, mayormente se desarrolla la solidaridad y el aceptablemente de todos (cf. FT n. 78).
Para ello, es fundamental considerar las diferencias en el modo de pensar no como un riesgo, sino como una riqueza y un hacedor de crecimiento. El mundo necesita esta cultura del acercamiento, necesita de jóvenes que quieran conocerse, que quieran amarse, que quieran caminar juntos y construir un país como lo soñaba José Martí: «Con todos y para el admisiblemente de todos».
Se necesita por consiguiente la memoria de lo que somos, de lo que forma nuestro patrimonio espiritual y pudoroso. Creo que esa es la experiencia y la enseñanza de ese gran cubano que fue el Padre Félix Varela. Y se necesita igualmente el discernimiento, porque es esencial abrirse a la realidad y entender leerla sin miedos ni prejuicios. No sirven las lecturas parciales o ideológicas, que deforman la realidad para que entre en nuestros pequeños esquemas preconcebidos, provocando siempre desilusión y desesperanza. Discernimiento y memoria, porque el discernimiento no es ciego, sino que se realiza sobre la base de sólidos criterios éticos, morales, que ayudan a discernir lo que es bueno y preciso.
El aprecio al prójimo, la gratuidad y el servicio que vertebran la acto caritativa y social de tantas personas voluntarias son semillas del acertadamente común para la sociedad, y sus brotes se concretan y se hacen visibles en las vidas de las personas que vuelven a sentirse dignas porque son miradas y escuchadas desde el aprecio y el cuidado. ¡Gracias por tanta entrega y evidencia!
Inicial Magas y maúras, un documental del ICI para desmontar estereotipos entorno a las mujeres del campo isleñVencedor
La realidad de una sociedad tan desvinculada y fragmentada por el individualismo imperante y la polarización creciente, nos barrio caminos de la esperanza suba convoca a los cristianos a encontrarnos en un “nosotros” que sea más fuerte que la suma de acciones individuales, pues mientras más crece el sentido de comunidad y de comunión como estilo de vida, mayormente se desarrolla la solidaridad y el acertadamente de todos (cf. FT n. 78).
En Ecuador y el mundo existe una gran cantidad de personas fundacion camino a la esperanza vulnerables que necesitan de nuestra ayuda, si tenemos los recusrsos necesarios tanto a nivel financiero como en cualquier tipo de material o alimento, creemos que es compromiso social el hecho de poder extender una mano línea de la esperanza al más requerido.
Había sido tan amable con ella… Candy recordaba a la perfección aquella sonrisa que había sido capaz de ahuyentar todas sus penas.”
Los síntomas del cáncer de ovario son muy inespecíficos y a veces se derivan a otros especialistas por error
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Obviamente Candy memorará toda su vida a las personas que fueron importantes para ella; de una u otra forma camino de la esperanza suba ‘los recuerdos existirán en su corazón’, y de esto se nos narra en las últimas cartas del epílogo.
Es a Anthony y a Terry a quienes deja ir físicamente aunque los conserve en su corazón, y a Albert se aferra físicamente diciéndole: